domingo, 9 de octubre de 2011

actividad1. parte2

ACTIVIDAD 1: PARTE 2.

CASO PRÁCTICO “SI FUERAS UNA TEI”:

Si yo fuera una TEI pienso  que debería tener las siguientes cualidades, ya que sin ellas podrían afectar en gran medida a los niños/as de la escuela infantil.

Comunicativa, ya que es la base de cualquier relación interpersonal tanto con adultos como en niños/as. De esta forma los niños/as comprenderán mejor que pretendes con los juegos que realices en clase, las actividades que se lleven a cabo, etc. Porque si no eres una persona comunicativa no sabes si realmente la otra persona entiende lo que tú estás explicando. También hay que añadir que la relación con las familias debe ser conjunta y para eso hay que seguir unas pautas, por lo tanto necesitamos tener facilidad para comunicarnos con ellos. Ya que si no ocurriera así, fomentaríamos la desconfianza en los padres. Por otro lado, debemos enseñar a los niños/as a expresar sus sentimientos con un diálogo sincero y con argumentos.

Respetuosa con todos los niños/as sin juzgar origen, cultura, religión, niños con o sin discapacidad, etc. Ya que debemos favorecer  la integración de todo el grupo fomentando la solidaridad y diversidad. Por el contrario, los niños se sentirían desplazados y no queridos por el educador/a. El respeto es imprescindible para la convivencia sana en la sociedad. Por otro lado, primero debes respetarte a ti mismo como persona, solo entonces podrás valerte por ti mismo, ser autosuficiente. Y segundo, debes respetar las diferentes opiniones, aunque no las compartas, esto ocurrirá más veces con los padres que con los niño/as y lidiar con los padres también está dentro de las funciones que debe cumplir una educadora.

Empatía, el educador debe ponerse en el lugar del  niño/a para poder entenderlo de la mejor forma posible y así percibir las emociones de los niño/as.

Responsabilidad, tenemos que ser consecuentes con nuestros actos, ya que las decisiones y acciones que realicemos en clase, en ocasiones, serán positivas y otras no tanto. Por tanto, debemos ser responsables de nuestros actos en el aula y fuera de ella.

Trato afectivo  con los niños/as ya que están en una etapa de desarrollo cognitivo y motriz muy importante y necesitan cariño de su entorno, en este caso del educador. Si no le damos ese trato afectivo, los niños desarrollarían capacidades negativas como inseguridades, malestar consigo mismo, etc.

Saber decir no, porque deben existir unas normas en el aula, ya que sin ellas los niños/as se desmadrarían y no harían caso a la educadora. Y somos nosotras quienes debemos llevar el control del aula, saber cuándo es el momento de cada actividad, juego, y cuándo no, por mucho que quieran jugar los niños/as.

Actitud entusiasta e inquieta en su trabajo, porque si tú trasmites alegría, ganas de trabajar, de hacer cosas nuevas y te sientes satisfecha de tu trabajo, los niños/as se contagiaran de esa energía positiva y vendrán a la escuela infantil con muchas ganas de aprender. En cambio, si siempre realizaremos las mismas actividades, los mimos juegos, etc. los niños/as no vendrán con ilusión de aprender nada.

Debe tener un comportamiento estable, es decir, sin altos ni bajos, porque esto podría desestabilizar a los niños/as que están construyendo su personalidad siguiéndote a ti como modelo.

Tener recursos para resolver conflictos de forma rápida, ya que en una escuela infantil nunca sabes qué puede ocurrir. Por lo tanto, ser rápidos a la hora de encontrar soluciones a los problemas, tantos con los niños/as como los adultos, ya sean de la familia como de tu propio equipo educativo es una habilidad social que deberíamos aprender, si no la tenemos.

Aunque también debe tener una planificación con los objetivos que quiera conseguir en el aula, y llevarlos a cabo.  Debe existir una programación, ya que con ésta llevaremos un orden de lo que los niños/as ya saben, qué cosas pueden aprender y en definitiva no desubicarlos ni confundirlos. Debe sentir que su educadora sabe lo  que hace y cómo lo hace.

Por último, debería tener una actitud abierta respecto al intercambio de opiniones. Es decir, que sea crítica con su trabajo, respetar las ideas de los demás aunque no las comparta. Saber reconocer qué cosas hace bien y cuales debería mejorar y ponerse en ello, para progresar profesionalmente.

Tener paciencia, es una habilidad que debemos trabajar mucho, ya que con ella podemos reaccionar de forma positiva ante cualquier situación  complicada que se nos plantee en el aula.


Pienso que las cualidades que deberíamos tener para ser una buena Técnica Superior  de Educación Infantil son innumerables y todas positivas, ya que somos un modelo a seguir para los niños/as y debemos dar ejemplos de buenas conductas, buenos modales, comportamientos, etc.  Por lo tanto, debemos conocernos a nosotras mismas para poder saber qué cosas tenemos buenas y cuales no tan buenas y por lo tanto, mejorarlas. En definitiva, tener el mayor número de habilidades sociales nos serán útiles tanto profesionalmente como personalmente y necesitamos saber las cosas positivas y “negativas” de cada una de nosotras.








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